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Porto, Portugal
Amante del absurdo y los chistes fáciles donde los haya, roble, o castaño; de esas cosas con cuatro ruedas que hacen "run run", y de las cosas buenas de la vida en general.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Cómo matar a un personaje en menos de dos minutos

Aquella vez llegó con tiempo de sobra, para variar. No quiso pedir nada cuando vió que su amigo no había llehgado aún. Decidió entonces hacer tiempo dándose un paseo hasta el estanco, a pesar del frío. Se achuchó el gabán y empujó con decisión la puerta del bar. Al pisar el escalón que le separaba de la acera resbaló, pero pudo mantener el equilibrio agarrándose al pomo de la puerta que acababa de cerrar. Sonrió sintiéndose ridículo por un momento. Respiró hondo, y alcanzó la acera, lanzándose al paso de peatones, y comenzó a cruzarlo como a él más le gusta, pisando sólo las franjas blancas. Advirtió entonces cómo un coche frenaba violentamente a sus pies, sin llegar a tocarle. El susto le hizo perder el equilibrio, resbaló con la pintura del paso de cebra, y lo último que vieron sus ojos fue cómo se acercaba su cabeza al parachoques de un Volkswagen Golf gris.


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A Miguel Montero


Querido amigo, he aquí un ejemplo de cómo puede morir un personaje de un modo sencillo y práctico. Cualquiera puede pensar que es más dificil hacerlo finamente, con estilo y elegancia. Nada más lejos de la realidad! No tiene usted más que sustituir un triste Volkswagen gris por un elegante BMW rojo, aunque tenga catorce años. La diferencia será notable.
Por otra parte, también cabe pensar que el personaje simplemente ha vivido un momento desafortunado. Nuevo error. Ha tenido la suerte de evitar el grupo de hooligans violentos y borrachos que se encontraban en el parque que estaba a punto de cruzar, y cinco ninjas que se ocultaban en él, sedientos de venganza. Se rumoreaba también que se había escapado el león más agresivo del zoológico.

Sin más objeto que el de desearle a usted (y a cualquiera que lea estas líneas) un próspero y feliz año 2011, espero impaciente conocer la próxima muerte de cualquiera que sea el próximo desgraciado personaje que cobre vida en su cabeza.

Un abrazo.

Ponferrada, 31 de Diciembre de 2010

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