¿Qué te gustaría hacer hoy?

Mi foto
Porto, Portugal
Amante del absurdo y los chistes fáciles donde los haya, roble, o castaño; de esas cosas con cuatro ruedas que hacen "run run", y de las cosas buenas de la vida en general.

jueves, 23 de abril de 2009

Momentos míticos en la isla del mono


En la historia de los juegos de ordenador, videojuegos en general, y la mía en particular. En efecto, el título tiene doble sentido.El profundo estado simiesco de ciertos seres será, valga la expresión, tratado en otra ocasión.

Uno se pregunta si esta gente se lo curraba más porque ya era un logro representar nada combinando gigantescos cuadraditos de colores, o es que hoy en día estamos tan saturados de imágenes espectaculares y/o de historias grandilocuentes, que ya pocas cosas pueden llegar a impresionarnos. Seguramente un poco de las dos cosas, pero yo prefiero pensar que lo primero más que lo segundo. Ya sé que como parte no puedo emitir un juicio objetivo, pero mire usted, nos veremos en los tribunales y que lo dirima un juez.

Forma parte de la naturaleza humana reventar continuamente la gallina de los huevos de oro, el inconformismo simiesco (que de simiesco no tiene nada) que nos lleva a saturarlo todo, da igual que sean carreteras, películas de amor, de acción; simplemente por el más dinero, más dinero, más dinero, coño, que si no lo haces tú lo hará otro. Así estamos ahora; ya no vamos al cine porque dan unas series por las noches súper curradas que nos encantan, hasta que estemos tan hasta el final de nuestro aparato digestivo que nos dediquemos a hacer otras cosas; ya se ocuparán de darnos entretenimiento. Que sí, que es una pasada irte a ver una peli son un surraun que te cagas (literalmente, porque es para quedarse sordo ahí dentro ), pero sacarte siete napos del boslillo mas bebidas y palomitas (¿por qué palomitas?) para ver lo que se ve hoy es un acto de valentía, o de desesperación a veces.

Yo he ido y voy por las dos razones. Mola ir al cine después de todo, sabemos a lo que vamos. Pero sería un detallazo que se trabajaran algunas historias un poquito más, oiga, ¡Que es un montón de pasta!

El cupo del juicio fácil ya está completo hoy, ya me iré preparando para cuando me toque a mí.


Resumiendo, esta imagen se la dedico a los que alguna vez pudieron ver con ojos entusiastas como los de un niño, a dos piratas fantasma hablando en un barco fantasma, y desearon emocionados estar allí y formar parte de la historia, hace mucho tiempo, en medio del caribe... a aquellos que alguna vez, bajo la luz de la luna, sintieron un gélido escalofrío imaginando que estaban en la edad media, en el tiempo de los romanos, o en cualquier otra parte. Saben de lo que hablo.

Aparte de la lucha con espada, (o con insulto, si se prefiere) la búsqueda de tesoros, la bruería, una bella gobernadora-heroína, un enemigo fantasma y tantas otras cosas, insufribles e irónicas, puede que ése fuera el verdadero secreto de Monkey Island.

Y es que no hay nada como sentir el cálido viento del infierno en la cara.

1 comentario:

Hesterbeat dijo...

"No me extraña que me hayas ganado: sólo encontré oro de mentira."

AOE II, que ya no era de la era de los cuadraditos pero... Santiago! A la batalla!